ESTUDIOS DE CASO Nº 100 EL SECTOR FORESTAL EN CHILE Y SU CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO

La producción forestal en Chile se ha expandido notablemente a partir de la política de promoción iniciada en 1974. Desde 1994 sus exportaciones han alcanzado los mayores valores históricos. En igual período, las regiones del Maule, del Bío Bío, de La Araucanía y de Los Lagos, donde se localiza la actividad, son las que presentan los menores niveles de desarrollo humano entre todas las regiones de Chile. Por lo tanto, cabe preguntarse en qué medida la expansión del sector forestal contribuye a mejorar las oportunidades de la población de dichas regiones y qué se puede hacer desde el concepto de responsabilidad social empresarial (RSE). Para responder a esta pregunta, en primer lugar se elaboran indicadores de contribución macroeconómica y se cuantifican los efectos directos e indirectos que el sector forestal genera sobre el producto y el empleo de la economía chilena, a partir de las matrices de insumo-producto elaboradas para 1996 y 2003. En segundo lugar, se efectúa el análisis anterior para las regiones donde se localiza el sector. En tercer lugar, se compara la evolución de las distintas dimensiones que componen el índice de desarrollo humano en las comunas identificadas como forestales con el de las comunas orientadas a otras actividades productivas basadas en recursos naturales renovables: la agricultura y la salmonicultura para el periodo comprendido entre 1994 y 2003. En cuarto lugar, se estiman ecuaciones salariales para las ramas de actividad seleccionadas para el año 2003, con el objeto de captar las diferencias en el ingreso por ocupación principal entre los trabajadores forestales y aquellos pertenecientes a otras ramas de actividad, una vez que se controlan por las variables del capital humano. Por último, sobre la base de la revisión bibliográfica, se analiza la situación actual de la RSE del sector forestal y el rol del Estado en su promoción. En relación con la contribución del sector forestal al crecimiento económico nacional y regional, se concluye que es relativamente importante, de acuerdo con los indicadores macroeconómicos analizados, y según los efectos multiplicadores del sector sobre la generación de valor bruto de producción y empleo. Respecto de su contribución al desarrollo humano, las comunas orientadas a la actividad forestal presentan niveles de desarrollo similares al resto de las comunas de las regiones. Aunque las mejoras educativas son mayores, éstas se traducen en menores oportunidades de ingreso. Por un lado, no hay diferencias en el desarrollo humano de las comunas silvícolas y agrícolas. Si bien los trabajadores silvícolas perciben mayores ingresos y gozan de un empleo de mayor calidad que los agrícolas, en ambos casos el 20% de los trabajadores es pobre. Por el otro, las comunas forestales presentan menores logros en el desarrollo humano que las salmoneras, así como menores ingresos de los trabajadores. En general, se concluye que todavía hay un margen importante para que las empresas forestales mejoren su responsabilidad social, mediante la generación y publicación de información sobre el impacto de sus operaciones sobre el trabajo y la comunidad, y con el desarrollo de programas orientados a la reducción de la pobreza, incluso al interior del propio sector. Esta podría ser una tarea muy redituable en reputación y valor del negocio. Para ejecutarse, requiere de estrategias de cooperación público-privada que demandan al Estado una pronta definición de su rol como promotor de la RSE y un paso adicional hacia el fortalecimiento de sus prácticas.