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ESTUDIOS DE CASO Nº 38 POLITICAS DE CAPACITACION JUVENIL Y MERCADO DEL TRABAJO EN VENEZUELA ( 1990 – 1997 )

Las políticas de capacitación de mano de obra constituyen un tema central en las agendas públicas de los países latinoamericanos en la década de los ‘90. La atención se centra en dos grandes ejes: el incremento de los niveles de productividad de las economías nacionales y la inserción sociolaboral de los sectores afectados por las políticas de ajuste económico y de reducción del gasto público, entre ellos la población juvenil. En algunos de sus segmentos existe la imposibilidad de permanecer en el sistema educativo y una escasa capacidad de incorporarse en condiciones aceptables al mercado de trabajo. En este contexto, el presente estudio analiza la política de capacitación laboral de jóvenes en Venezuela durante la presente década, en el marco de los dos ejes planteados. Para abordar el análisis, se utiliza un marco conceptual que incluye las nociones de capital humano, capital social y exclusión social. A través de ellas se comprenden las dimensiones económica, productiva, institucional, organizacional y social de la capacitación para el trabajo. Los contextos en que surgen los programas determinan los énfasis otorgados a cada dimensión. Los casos de Alemania y Francia, desarrollados desde el siglo XIX, muestran modelos de capacitación laboral incorporados al sistema educativo formal. La experiencia chilena (Programa Chile Joven) ilustra la implementación de un programa social enmarcado en una estrategia preexistente de productividad de la mano de obra. La diversidad de experiencias y el marco conceptual utilizado aportan criterios para esbozar una clasificación de programas de capacitación laboral, según objetivos, población beneficiaria, fuentes de financiamiento e instituciones que los apoyan. El contexto socioeconómico venezolano durante la década de los ‘90 se caracteriza por la tendencia al estancamiento del producto, y el incremento de la deserción escolar de los adolescentes y de los índices de desocupación, entre otros. Esto repercute en el carácter compensatorio de las iniciativas gubernamentales de capacitación para el trabajo. El enfoque por programas incorpora aspectos institucionales y operativos novedosos, como el uso de las capacidades institucionales instaladas para coordinar las iniciativas, la participación de organizaciones de la sociedad civil como entidades de capacitación, la focalización y algunos intentos informales de intermediación laboral. Sin embargo, las principales debilidades detectadas en los tres programas venezolanos estudiados (Programa de Capacitación Laboral de Jóvenes del Ministerio de la Familia, Plan de Empleo Joven del Ministerio de la Juventud y Programa de la Juventud Desocupada del Ministerio de Educación) radican en la falta de definición de la inserción laboral, en la duplicación de acciones que incide en una deficiente asignación de recursos, y en la ausencia de mecanismos de comunicación y de acuerdo con las empresas. Se concluye que el agregado de programas sociales en al área de la capacitación juvenil, sumado a la ausencia de una estrategia nacional de capacitación para el trabajo que trascienda el denominado enfoque tradicional, no conforma una política de capacitación laboral. Por lo tanto, en el corto plazo se requiere que el Estado venezolano asuma el diseño de una estrategia destinada al mejoramiento de la productividad, propiciando la inserción laboral de diversos sectores, en particular de los jóvenes excluidos del mercado de trabajo.

Areas: políticas públicas
Fecha: julio 1999

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