ESTUDIOS DE CASO Nº 60 LA REFORMA CONSTITUCIONAL ECUATORIANA DE 1998: UN ANÁLISIS DESDE LA PERSPECTIVA DE LA GOBERNABILIDAD

Grandes esperanzas depositó el Ecuador en la reforma constitucional llevada a cabo por la Asamblea Nacional Constituyente entre diciembre de 1997 y junio de 1998. Se pensó que las modificaciones introducidas en el sistema político diluirían los puntos de fricción que habían impedido una relación mínimamente funcional entre los poderes Ejecutivo y Legislativo durante los últimos veinte años. Se creyó que el reemplazo de orientaciones económicas obsoletas por una normativa “acorde con los tiempos”, conduciría al país en la ansiada senda del desarrollo socioeconómico. Se confió también que los nuevos principios y derechos de la Constitución enriquecerían y estabilizarían la democracia. La Constitución entró en vigencia el 10 de agosto de 1998, día en que Jamil Mahuad asumió la Presidencia de la República. Dieciocho meses más tarde, luego de un aciago período para la economía y la moral pública del país, el Presidente Mahuad fue derrocado por un golpe de Estado indo-militar. ¿Dónde había quedado la oferta Constituyente de procurar al país gobernabilidad y estabilidad democrática?, ¿qué ocurrió? Son las interrogantes que guía este Estudio de Caso. Para ello, se ubica históricamente al proceso constituyente, repasando el camino recorrido por la Asamblea Constituyente, y se analizan las principales decisiones adoptadas en la reforma constitucional, con énfasis en la reforma política. Luego se describe lo ocurrido en el Ecuador con la entrada en vigencia de la Constitución, específicamente el colapso del gobierno de Mahuad. Finalmente, se aportan algunos elementos de juicio, útiles para entender las razones del fracaso de la reforma constitucional en su afán de favorecer la gobernabilidad democrática. No obstante, la principal conclusión del estudio de caso trasciende la reforma constitucional, y puntualiza en la existencia de factores estructurales, como la corrupción y la exclusión social, que si no se revierten, determinarán que la gobernabilidad democrática en el Ecuador sea sólo un espejismo, una ilusión.