En 1992, bajo el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, un conflicto entre los médicos y el Ministerio de Salud, que involucró la renuncia del ministro, abrió un proceso para modernizar la gestión en salud en el Hospital de Asistencia Pública, también conocido como la Posta Central de Santiago. La introducción de nuevos conceptos de gestión a la cultura organizacional del establecimiento significó un giro en algunas de las prácticas culturales en materia de gestión, que posteriormente se tradujeron en mejoras significativas en algunos de los indicadores básicos de rendimiento hospitalario. Este proceso de cambio, sin embargo, no estuvo exento de conflictos ni de diferencias en cuanto a los caminos de largo plazo y los ritmos a seguir, así como en relación al papel del conjunto de actores involucrados, incluyendo los consultores externos.